Guía de oración

Marzo, 2025

Por la iglesia

• Que en la Iglesia surja un hambre por la palabra de Dios y no descuide su única fuente de verdad que son las Sagradas Escrituras, y que cada creyente renueve su mente mediante las verdades eternas contenidas en la Biblia. Romanos 12:1-2

• Que la Iglesia sea llena del conocimiento de la voluntad de Dios en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para andar como es digno del Señor, agradándole en todo, que haya fruto y crecimiento en el conocimiento de Dios. Colosenses 1:9-10

• Que cada persona que forma parte de la Iglesia aprenda a ser guiada por el Espíritu Santo, dando gloria y gozo al Padre con una conducta de verdaderos hijos de Dios, aborreciendo todo lo que Él aborrece y amando todo lo que Él ama. Romanos 8:1,9, Proverbios 8:13

• Que cada creyente lleve una vida de santidad, perfeccionándola en el temor de Dios, obedeciendo Sus mandamientos, y así poder vivir confiadamente en el Señor, con tranquilidad y sin temor del mal. 2 Corintios 7:1-2, Eclesiastés 12:13

• Que Dios nos conceda como Iglesia fortaleza con poder por medio de su Espíritu en nuestro ser interior, para que sepamos cuál es la inmensa grandeza de su fuerza para con nosotros los que creemos. Y mediante la obediencia y nuestra fe, seamos librados del mal. Efesios 1:18-19, Juan 17:15

Por los pastores

• Que sean fieles servidores de Dios, utilizando las Escrituras eficazmente para entrenar a otros miembros, de cara a la obra del ministerio, y que éstos permanezcan irreprensibles. Jeremías 3:15-17

• Que cada Pastor sea fortalecido de manera física, emocional y espiritual, que sean guardados de las trampas del enemigo en cada área de sus vidas, y sean suplidas todas sus necesidades: materiales, emocionales, así como espirituales. Efesios 6:10, Isaías 58:11, Salmos 144

• Que la bendición de Dios los alcance y sean prosperados en todas las áreas de su vida, así como prospera su alma. 3 Juan 1:2, Salmos 34:9

• Que cada ministro inste a tiempo y fuera de tiempo; que redarguya, reprenda y exhorte con paciencia e instrucción, a fin de que cada congregante crezca y sea completamente capacitado para toda buena obra. 2 Timoteo 4:2

• Que cada Pastor se mantenga firme, sin dudar ni desanimarse en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá cada promesa que ha hecho. Que mantengan su mirada en Jesús, autor de nuestra fe. Hebreos 10:23